Ha pasado más de un mes. Por motivos que no vale la pena mencionar estuvimos un tanto ausentes de la racha de conciertos nipones de octubre y noviembre (MONO, miyavi y MUCC). Afortunadamente al único que realmente yo moría por ver y que se perfilaba como la noche perfecta de música estruendosa y decadente, se llevó a cabo. La presentación de MONO el pasado 19 de octubre no fue nada menos que sublime y magistral.
Leyendo varios comentarios y noticias del evento uno puede reafirmar que este género musical no es para las masas. Probablemente esa noche la mitad de los presentes eran acompañantes de otros que asistían a un concierto exótico de un tal grupo japónés llamado MONO. Solo algunos tenían pleno conocimiento de la tormenta musical que acontecería. Sin embargo, superando mis expectativas, el público fue numeroso y la mayoría se comportó a la altura del evento. Hubo algunos despistados que sucumbieron a las 2 horas de un estruendoso y melancólico post-rock (3 horas con los teloneros de Sad Breakfast) y prestaron atención nula al escenario. Pero varios de nosotros estábamos completamente extasiados, casi incrédulos de escuchar en vivo a ese maravilloso cuarteto de músicos. MONO estaba en México y había que disfrutarlo al máximo.
Curioso fue el hecho de encontrar a gente conocida, yo iba con cuatro amigos (uno de ellos "sutilmente" invitado con boleto pagado que nunca había escuchado a MONO). Y encontré a cuatros personas más, dos si esperaba verlos, pero el resto nunca lo hubiera imaginado. (Quizá MONO tiene más presencia de lo que pensé).
Llegamos cerca de las 7:00 pm. Tiempo suficiente para comprar el boleto faltante, formarse tranquilamente e incluso comprar algo de comida. A las 9:00 era el acceso y a las 10 abriría Sad Breakfast. Llevábamos cámaras, preguntamos si se podían tomar fotos, y para nuestro agrado la respuesta fue positiva. La primera gran sorpresa fue al entrar. No conocíamos el Polyforum Siquerios, desde afuera se aprecia una construcción enigmática y extravagante. Pero el interior.... bueno, simplemente me dejó sin aliento. Una bóveda decorada de piso a techo con la obra del maestro Siquieros "La Marcha de la Humanidad" que refleja la lucha de las clases sociales representativa del muralismo mexicano. No podía creer que semejante escenario acompañaría a MONO, era el lugar perfecto, simplemente asombroso.
A las 11 aproximadamente salieron al escenario. Takaakira "Taka" Goto, Tamaki, Yoda y Yasunori Takada realizaron los últimos ajustes a sus instrumentos y después de unos segundos de silencio expectante, el momento cumbre llegó.
Un escalofrío atravesó mi cuerpo cuando Tamaki interpretó con el Glockenspiel las primeras notas de la extraordinaria Ashes in the Snow. Una canción excelsa, eminente, que estremeció a todo el publico con el rugir de sus guitarras. Continuaron con la no menos gloriosa Burial at Sea, seguida de la melancólica Follow the Map.
Las guitarras de Taka y Yoda se mezclaban armoniosamente con el vaivén de Tamaki y su bajo, acompañados rítmicamente por la batería de Takada, que a pesar de perderse en ocasiones por el estruendo de las cuerdas, marcaba las pautas en los momentos cumbres de cada canción.
Para alegría de muchos, tocaron casi todo el disco de Hymn To The Inmortal Wind excepto Silent Flight, Sleeping Dawn. También interpretaron Halo, Yearning y me pareció escuchar alguna más (ya no lo recuerdo). Esperaba ansiosamente que tocarán Moonlight (mi preferida) y con menos esperanza Jackie Says, pero al parece será en otra ocasión. Fueron casi dos horas de un recital lleno de pasión y sentimiento, que nos transportaba de la melancolía a la exaltación total en tan solo unos segundos.
Una noche inolvidable (y quizá sea odiado por decir esto =P) pero hasta ahora el mejor concierto japonés de todo los tiempos aquí en México. Esperemos que regresen pronto.
Ashes in the Snow
video: quepaper
Burial at Sea (fragmento)
video: hobo2106
Fotos:
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